sábado, 21 de marzo de 2009

Balouta. Ancares. Confines de León. Pallozas.

El pasado domingo día 15 de marzo nos fuimos mi colega de montaña Edu y yo hasta una zona completamente desconocida para nosotros, como es la comarca de Los Ancares.



¿Motivos por los cuales nunca nos habíamos acercado? Pues aunque no quiero que sepa a justificación creo que son bastante lógicos, como son la distancia, las malas comunicaciones, la supuesta escasez de rutas a realizar y fundamentalmente el desconocimiento que teníamos de la zona...

Y con la intención de poner remedio a esta circunstancia nos planteamos realizar la ascensión al Cuiña desde el puerto de Ancares. Ruta que no nos planteó mayores dificultades y que relataré en próximos días, pero el motivo de publicar esta entrada en el blog es hacer un pequeño homenaje a una tierra tan encantadora como extraña como son Los Ancares, y la mayor forma de hacerlo es comentar algo sobre uno de los pueblos que conocimos y que me llamó profundamente la atención. Su nombre es Balouta.

Balouta es el último pueblo de la provincia de León, fronterizo con Asturias y con Lugo, y que destaca principalmente por las pallozas, construcciones típicas de la zona de origen anterior a los romanos y que han sido utilizadas hasta bien entrado el siglo XX como vivienda principal.



Son construcciones de estructura elíptica y rectangular, principalmente para poder salvar los desniveles del terreno y también porque así se podían construir más grandes.



En el mismo recinto estaban situados la vivienda, el establo y el pajar. Solían ser frescas en verano y calientes en invierno, el calor lo facilitaban los animales, junto al fuego de la Lareira, en su interior, se obtenía una temperatura más que confortable.



La madera, la piedra y la paja, son los elementos básicos para su construcción, la planta de la palloza, puede tener varias formas: circular, elíptica u oval, de gruesos muros de piedra y pizarra (se utilizaban las de mayor abundancia de la zona), cuando era necesario, la piedra se trabajaba por canteiros expertos, los cuales, daban forma a la piedra para adaptarla a las necesidades de la construcción. Solía tener muy pocas ventanas una o dos eran suficientes para mantener una ventilación adecuada. El techo por lo general no tiene salida de humos o chimenea, ya que el mismo se filtraba entre la paja.



El techo es la parte más frágil de la palloza, está formado por una estructura de madera cubierta por una gruesa capa de paja de centeno, y con un espesor entre 40 ó 50 cm, a la que llaman Colmo o Teito.

La forma del techo es cónica o piramidal, tiene un gran desnivel, lo que facilita que el agua y la nieve no se acumulen en el tejado, evitando de esta manera, el riesgo a posibles derrumbamientos.



El interior se distribuía por zonas o bancales, el mayor era destinado a las personas y otro algo menor para el ganado, y a veces, había uno mucho más pequeño, situado por el medio de la palloza y que generalmente se utilizaba para guardar las herramientas.



Una vez obtenida toda esta información nos damos cuenta del porqué, a pesar de las inclemencias meteorológicas y de el presunto aislamiento de la comarca, las gentes de Balouta y los alrededores han conseguido mantener viva la zona, aunque como las Pallozas de la misma, la localidad va perdiendo gente poco a poco hasta llegar a un punto prácticamente de no retorno.


Y sin nada más que decir, he querido dar mi humilde homenaje a las gentes y a la comarca de Los Ancares, zona completamente desconocida para mi, pero que me ha maravillado de tal manera que prometo volver próximamente otra vez a recorrer sus montes y a disfrutar de su variada gastronomía.

sábado, 14 de marzo de 2009

Circular Puerto-Penouta-Miru Malu-Prefustes-La Mozarra-Puerto.

Distancia: 14 km.
Desnivel: Unos 900 m.
Duración: 6 horas, incluidos descansos.
Dificultad: Media.
Mejor época para realizarla: Primavera-Verano. Cuidado con la nieve en Otoño e Invierno.

La ruta la realizamos a principios del mes de mayo del año pasado los 3 magníficos: Serbal, Edu (el toro de Huelde) y un servidor... Teníamos muchas ganas de volver a juntarnos ya que por diversas circunstancias no habíamos podido ir al monte en unos meses. Y la verdad es que lo pasamos en grande.

Partimos del pueblo de Puerto de Somiedo ya con el "miedo" metido en el cuerpo observando lo que nos quedaba por trotar... Y eso que era el primero de nuestros objetivos...



Caminamos por un camino bastante sencillo durante un par de kilómetros charlando amigablemente hasta que por fin tuvimos una buena panorámica de todo lo que nos esperaba... Momento que aprovechamos para hacer unas fotos.



La ascensión a la Penouta fue dura, con diversas zonas de relativa exposición aérea, pero la verdad es que se hizo muy divertida, animándonos continuamente con las vistas que estábamos teniendo y con las diversas chorradas que íbamos soltando. Cuando la montaña se hace con amigos la verdad es que las cosas cambian. Un ejemplo de las inmejorables vistas es la siguiente foto, a media ascensión de la Penouta y con el Cornón desafiante al fondo... Algún día conseguiremos alcanzar tu cima...



Y por fin llegamos a la cumbre... las vistas para tomárselo con calma y hacer unas buenas fotos... en la siguiente se observa parte de la ruta realizada, con el pueblo de El Puerto al fondo y parte de la crestería ascendida hasta llegar a la cumbre de la Penouta.



Justo al frente teníamos el Cornón... ¡Qué gran monte, y qué complicado debe de ser hacerse con él, sobre todo en invierno...!



A nuestra izquierda tenemos el mocoso... Una montaña ideal para que la gente se inicie en esto del senderismo de alta montaña... También le llegará su día...



Una foto del menda con cara de satisfacción celebrando el haber conseguido alcanzar la cumbre de la Penouta.



Y otra foto de la cima con Edu y Serbal y como no... Nuestra seña de identidad cuando vamos los tres a la montaña... Nuestra querida bandera... que espero que pronto vuelva a ser hondeada por las cumbres de nuestra provincia.



Pero la ruta tenía que continuar y no pudimos estar allí más tiempo... Bajamos por las vertiginosas cuestas de la Penouta en dirección al Miru Malu... Montaña muy recordada por los lugareños en la época de la guerra civil debido a que en cuya cumbre había un puesto de vigilancia del bando republicano intentando evitar el avance de las tropas nacionales... Vergonzosa guerra entre españoles y que esperemos que nunca más se vuelva a revivir una situación parecida. Independientemente de ideologías hay que reconocer el valor de las tropas de ambos bandos, debido a que allí pasaron los largos y crudos inviernos con unas ropas no hechas precisamente para la montaña, aquí queda mi humilde homenaje para los combatientes... Aunque desde mi punto de vista fue un esfuerzo que jamás debió de tener que haber sido realizado.



Descansamos en la cumbre del Picu Malu y nos comimos el merecido bocadillo... y aquí tenemos al amigo Edu descansando en medio de los restos de la anteriormente mencionada trinchera que había en dicha cima y con el ¿Muxiven puede ser? al fondo...



Una vez repuestas ya las fuerzas continuamos nuestra ruta a por el Prefustes y La Mozarra... desde las cuales obtuvimos unas nuevas vistas de la Penouta que merecía la pena reflejar en el blog.



Continuando con las vistas y siguiendo nuestro descenso hasta El Puerto de Somiedo no podía dejar de poner una maravillosa perspectiva que tuvimos desde este punto del Montihuero... Qué montaña más bonita y qué ruta más chula realizamos desde el pueblo de La Cueta (ruta ya descrita en este blog...).



Y nada mejor que para acabar la travesía que refrescarnos en uno de los abundantes arroyos que nos encontramos a lo largo del camino...


Y celebrar la finalización de la travesía en el Hotel de El Puerto, dándonos un merecido homenaje consistente en embutido de la tierra y cervezas varias... tiempo que empleamos en planear futuras rutas que espero que no tardemos en volver a realizar.
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