Distancia: Más de 14 km.
Desnivel: Aproximadamente unos 900 metros.
Tiempo: Unas 6 horas mas una de descanso.
Dificultad: Media. Para una persona sin experiencia en la montaña le puede resultar difícil, principalmente por los patios que se ven a ambos lados de la misma. Pero se trata de una actividad apta para todo el mundo ya que se encuentra protegida por una especie de pasamanos hecho de cable de acero en toda la ruta.
Mejor época del año para realizarla: Prácticamente durante todo el año, ya que la posibilidad de precipitaciones en forma de nieve es muy escasa debido al clima tropical de la isla y la "escasa" altitud de dichas montañas.
Esta va a ser la primera entrada que realizo "oficialmente" del año y en ella quiero relatar la última de las actividades de mis vacaciones pasadas (cuánto tiempo hace ya) en Madeira. Se trata de para mi, la más deseada con diferencia y, sin lugar a dudas, la más alpina, ya que en ella ascendimos las 2 cumbres más altas de la isla, el Pico Ruivo (1.862 metros de altitud), y el Arieiro (1.818 m).
La actividad en sí misma no tiene ninguna dificultad técnica, más bien todo lo contrario, ya que en su totalidad está compuesta de escalones... (la primera vez en mi vida que veo una ruta así, y de momento la única) y cuando no había escalones estaba todo "adoquinado", que hacen la realización de la misma infinitamente más fácil, ya que la no existencia de los mismos complicaría la actividad de una manera exponencial, el trazado fue realizado por la administración hace 40 años para potenciar el turismo de montaña en la isla, y a fe que lo ha conseguido, ya que durante la misma el número de excursionistas / montañeros que nos encontramos fue de varios centenares de personas, y no exagero lo más mínimo. No quiero finalizar esta introducción sin dejar de indicar previamente, que si alguna persona se quiere guiar de esta entrada para la realización de la misma me siento en la obligación de recalcar que si bien no es necesaria una preparación física extraordinaria si es necesario tener un mínimo, ya que nos encontramos a más de un caminante dando la vuelta sin alcanzar el objetivo, y mucho peor... en unas condiciones deplorables, que me hicieron dudar de su vuelta normal al punto de partida, la montaña no dejará de ser montaña, y los metros de desnivel y distancia recorrida tampoco dejarán de existir por muchos escalones que tenga la ruta....
Para comenzar la explicación de la misma primero decir que los dioses de las montañas no quisieron que disfrutásemos de la actividad en toda su plenitud... los días previos habían sido maravillosos (revisad las anteriores entradas) climatológicamente hablando, con días despejados y sin una nube por encima de nosotros, pero ese día una densa niebla se posó encima de nosotros sin dejarnos ver las impresionantes vistas que debe de haber en la ruta, salvo unos escasos minutos que fueron suficientes como para darnos cuenta de que nos puede servir de escusa para, quien sabe, en un futuro, volver a disfrutar de la ruta, esta vez sí, esperemos que en su plenitud...
Aún así creo que las fotos que voy a subir a continuación hablan claramente de que es una actividad primordial a la hora de ir a la isla, ya que uno no debe de conocer Madeira y sus alrededores sin realizar esta ruta.
La ruta, paradógicamente, comienza en la cumbre del Pico Arieiro (1.818 m), a la cual se puede acceder sin problemas a través de una buena carretera asfaltada, (de hecho hay viajes organizados desde por ejemplo Funchal y que por una módica cantidad de dinero te acercan, te dejan disfrutar de las vistas y te vuelven a llevar al punto de partida), donde podemos observar este radar de tipo circular que está en la misma cumbre del Pico...
Cumbre del Pico Arieiro (1.818 m) |
Desde cuya cumbre se puede ver perfectamente el inicio de la actividad con su característico empedrado... todavía el día nos daba alguna esperanza de que las nubes desapareciesen, pero todo fue un espejismo...
Inicio de la ruta junto al mirador del Arieiro. |
Así que, una vez equipados para la ocasión, nos disponemos a realizar esta actividad tan esperada desde nuestra llegada a la isla...
Iniciando la actividad... |
La sensación que tenía durante la realización de la misma era muy extraña... por una parte la gran belleza que se vislumbraba a pesar de la niebla, mezclada con la dureza de la misma y una sensación de estar dando un largo paseo por la ciudad, con sus aceras, marquesinas, etc... pero vuelvo a repetir, de paseo no tiene nada, se trata de una actividad de montaña bastante engañosa con sus 900 metros de desnivel y más de 14 km de longitud...
¿Marquesina? |
La ruta es un auténtico disfrute para los sentidos, la roca volcánica horadada para permitir el paso por la misma, la niebla, los abismos que se intuyen a través de ella, la cara de esfuerzo de la gente que nos cruzábamos... todo era un disfrutar continuo...
Se hace camino al andar... |
Sin niebla actividad no apta para gente que sufra de vértigo. |
La niebla hacía que los detalles más próximos, más cercanos, destacasen ante la falta de perspectiva de lo que no podíamos ver, seguramente ante lo que tendríamos enfrente no nos daríamos cuenta de los mismos, pero en la situación en la que nos encontrábamos hacía que nos pareciese que nos encontrábamos ante auténticas maravillas (que lo son) de la naturaleza...
Vertiginoso descenso camino del Ruivo |
Detalle del camino / escalinata de la actividad. |
La niebla siempre nos sugestiona a todos, y nos hace que veamos curiosas formas tétricas de muchas cosas que normalmente no nos daríamos ni cuenta...
Figuras fantasmales... |
Continuamos nuestro descenso inicial hacia el Túnel del Pico do Gato, primero de los tres que tendremos que atravesar antes de llegar al Ruvio y que impresionan solo de pensar que han tenido que ser excavados con pico y pala para poder ser disfrutados por los turistas que accedemos a la isla...
A medida que íbamos descendiendo la niebla nos fue dando un poco de tregua y apareció uno de los pocos claros del día, a través del cual nos permitió observar un poco con más perspectiva la zona por la cual estábamos transitando...
Primeras vistas de las montañas Madeirenses. |
El paisaje que nos rodeaba nos dejaba boquiabiertos...
Grandes moles camino del Túnel do Gato. |
Por fin dejamos de descender (nos dábamos cuenta que a la vuelta nos quedaría lo más duro, ya que los últimos 3 kilómetros de la ruta iban a ser en continua subida) y llegamos a un tramo de más o menos kilómetro y medio de llano, donde tuvimos el mayor periodo de tregua, climatológicamente hablando, y en el cual pudimos disfrutar, entre otros, del Pico do Gato (1.780 m), el cual tuvimos que atravesar a través del ya mencionado túnel para seguir con la actividad...
Pico do Gato (1.780 m) |
Y por fin, a lo lejos, pudimos observar la entrada al Túnel...
Momento que aprovechamos para descansar un poco y hacernos unas cuantas fotos de recuerdo...
Hermi observando los bellos parajes Madeirenses. |
Tras el breve descanso seguimos nuestro camino y por fin nos encontramos en la entrada del Túnel do Gato...
Túnel do Gato. |
Una vez atravesado el túnel (cuidado, se hace recomendable el uso de frontal o linterna bien potente mientras se transita en los túneles, ya que, normalmente, los mismos suelen estar llenos de agua y si uno no quiere llevar un buen remojón debe de hacer uso del mismo, además, el interior de éste en concreto está en curva, por lo que sin luz es prácticamente imposible no darse un leñazo con las paredes) el camino se divide en dos, nosotros elegimos en más corto, pero a su vez, más pindio... a la vuelta volveríamos por el más largo para así poder "conocer" la otra parte del camino que nos habíamos perdido a la ida.
Encrucijada de caminos... |
Ahora continuaremos por la ladera del Pico das Torres (1.851 m), durante esta parte del recorrido se me vino a la cabeza el alto parecido que tiene este tramo con las fajas de los Pirineos... aunque, a diferencia de estas últimas (a no ser que haya cambiado en los últimos años), perfectamente aseguradas a través de un robusto cable que reducía, exponencialmente, la posibilidad de caída a través de la misma, reduciendo así el vértigo que pueda llegar a sufrir la gente.
Seguridad absoluta. |
Detalle de la ladera del Pico Torres. |
Aunque eso sí... los precipicios, repito, eran de impresión... no aptos para gente con vértigo. También cabe destacar que hay algún tramo (corto, eso sí), durante el cual, del paso de tanta gente, los escalones han ido desapareciendo paulatinamente, quedándose una zona peligrosa, con alta posibilidad de resbalar, y en la cual (sobre todo en el descenso y si ha llovido o está lloviendo) habrá que extremar la precaución...
Profundos precipicios... |
Aquello era una auténtica manifestación de gente... llamándome especialmente la atención el gran número de nacionalidades que nos cruzamos, franceses, españoles, portugueses, británicos, eslovenos, checos, alemanes, etc, etc, etc... se nota que es una zona de gran influencia turística en todo el mundo, y no me extraña en absoluto...
¿Camino a la playa? No... camino al Ruivo... menuda "manifa"... |
Una vez atravesado el Túnel del Pico das Torres enfilamos lo que es la parte final de la ascensión, donde en condiciones normales se debe de observar en su totalidad el Ruivo pero que, a ser sinceros, nosotros no tuvimos la suerte de ver demasiado debido a la espesa niebla. Lo único que se podía observar perfectamente (por desgracia) es que en tiempos no muy lejanos en esta zona debía de haber una espesa arboleda, y digo debía de haber porque actualmente solo quedaban los restos calcinados de árboles, matorral diverso, etc, etc...
Parte final de la ascensión al Ruivo... |
Y por fin llegamos al refugio que existe a 500 metros escasos de la cumbre del Ruivo..., donde uno puede ir al baño y tomarse un refresco, descansar un poco... también hay una fuente pública con un agua exquisita procedente directamente de la montaña y que nos supo la mar de bien...
Fuente del refugio y acceso a la parte final de la ascensión. |
Y donde los montañeros varios aprovechaban para poner al día algunos asuntos urgentes...
Tras un breve descanso comenzamos la parte final de la ascensión...
Últimos metros.. |
Donde pudimos comprobar que la "manifa" en la cumbre era aún mayor, a pesar de el fresco que hacía en la misma...
Parte final de la ascensión y cumbre del Ruivo. |
Afrontamos los últimos metros de ascensión con decisión y alcanzamos la cumbre con la satisfacción de haber alcanzado nuestro primer objetivo... Pico Ruivo, 1.860 metros...
Pico Ruivo, techo de Madeira con 1.860 m. |
Después de comernos el merecido bocadillo típico de cumbre, y de descansar un poco (lamentablemente no puedo decir que también de las vistas porque no vimos absolutamente nada), nos dispusimos a volver por nuestros pasos y alcanzar el segundo de nuestros objetivos, el Pico Arieiro...
Volviendo por nuestros pasos camino del Arieiro... |
Lamentablemente, como se puede observar, la niebla se hizo todavía más espesa, que mezclada con la fina llovizna que nos caía encima hizo que prestásemos más atención a no dar un mal resbalón más que a seguir con la retahíla de fotografías...
Al mal tiempo buena cara... un servidor posando... |
Lo cual no evitó que, de vez en cuando sacase la cámara para fotografiar alguna muestra de la vegetación tropical de la isla...
Y otro tipo de plantas más comunes, pero no por ello menos bellas, en cualquier otro rincón de nuestro planeta...
Y finalmente, tras 3 horas de un duro camino de vuelta (desde mi punto de vista más dura que la ida) alcanzamos por fin la cumbre del Arieiro (1.818 m) con su característico radar en la cumbre...
Donde nos hicimos la foto de rigor dando fe de la cumbre alcanzada... No puedo finalizar la entrada sin felicitar a Herminia por haberse portado como una jabata durante toda la actividad, fueron sus primeros 900 metros de desnivel y en todo el recorrido no dio el menor síntoma de flaqueza...
Cumbre del Pico Arieiro, 1.818 m. |
Para finalizar decir que en esta cumbre se encuentra una cafetería, una tienda de recuerdos y una buena zona de descanso para poder disfrutar de la actividad realizada y de las vistas que nos rodean...
En resumen, se trata de una actividad fácil para todo montañero experimentado, pero que puede presentar su complicación para aquellos que piensen que es un paseo por el monte y que la pueden realizar sin ninguna dificultad. Lo que sí que tengo claro es que cualquier persona que tenga un excesivo vértigo no lo va a pasar para nada bien, ya que aunque toda la actividad está con el pasamanos de cable no es menos cierto que en algunas zonas puede que haya fácilmente más de 900 metros de desnivel, por lo cual las personas que no estén acostumbradas deben de tener un mínimo de precaución y saber a lo que se van a enfrentar.
Y aquí pongo punto y final a las actividades realizadas en mis pasadas vacaciones por la isla de Madeira, lugar perfecto para ir a pasar unos días de descanso y en la que estoy seguro que si tomáis la decisión de acudir a ella no os arrepentiréis en ningún momento...
Un saludo a todos y espero no tardar tanto en subir otra entrada, cosas del trabajo, pero prometo ponerme las pilas...