Cascadas de Sotillo. Zamora. Sotillo de Sanabria.

Recorrido: Circular.

Longitud: 6 km.

Desnivel: 400 m.

Duración de la misma: 2 horas y media con descansos para fotos.

Dificultad: Baja. Cuidado con la nieve y el hielo en invierno.

Mejor época para realizarla: Primavera-verano-otoño. En invierno llevar material adecuado.

El pasado fin de semana, debido a una serie de problemas personales que me han ocurrido recientemente, no tenía especiales ganas de ascender cumbres imponentes, ni de alcanzar grandes metas, pero sí que tenía ganas de pasar un rato de soledad, conmigo mismo, y disfrutar de la naturaleza, por lo cual me decidí a realizar una de las rutas que se encuentran en la "guía de senderos de los espacios naturales de Castilla y León" ya comentada en una entrada anterior de este blog y que vuelvo a recomendar su tenencia.

Debido a la escasez de tiempo que tenía para realizarla me decidí a realizar la ruta de las Cascadas de Sotillo, situada en la comarca zamorana de Sanabria, a poco más de 100 km de mi pueblo, y de cuya elección no me arrepentí en ningún momento.

La ruta la comencé sobre las 6 y media de la tarde en el pueblo zamorano de Sotillo de Sanabria. Situado a pocos kilómetros de la capital Puebla de Sanabria. Es un pueblo con el encanto especial de los pueblos de la montaña Galaico-Zamorana, con gente amable, paisajes verdes y con montañas redondeadas pero regias y que nos recuerdan que son las montañas más antiguas situadas en España, pero con una belleza especial, tanto de las mismas como de sus bosques, destacando la presencia de los acebos, algunos de ellos de un tamaño espectacular.

Y me encontré allí todo lo que necesitaba y fui a buscar... tranquilidad, algo de montaña, vegetación, y sobre todo fuerzas para ayudar a olvidar los malos ratos pasados durante las últimas semanas y el ánimo necesario para comenzar la semana con las pilas completamente recargadas...

El momento de llegar a la cascada fue algo glorioso... la gran cantidad de agua que surgía de sus cumbres, el ruido del agua al chocar con la roca, los pájaros cantando alegres desde las copas de los árboles, la tranquilidad que en ciertos momentos te da la soledad me hizo recargar las baterías hasta límites insospechados.

Muchas veces mis amigos me preguntan qué el lo que obtengo a cambio de ir a la naturaleza, que es lo que saco en limpio con subir montañas, cansarme hasta límites insospechados y correr riesgos que la mayoría de los seres humanos piensan que es una locura y una pérdida total de tiempo... y principalmente mi respuesta es la misma... Cargar las baterías, alcanzar nuevos retos y sobre todo disfrutar de la naturaleza, los amigos y de la completa libertad.

Pero a veces también es necesario disfrutar de la naturaleza uno solo... y, aunque la verdad es que prefiero ir acompañado, de vez en cuando es necesario intentar disfrutar de esas cosas pequeñas y que no nos damos cuenta cuando vamos acompañados, esos pequeños detalles que se nos escapan cuando vamos con los amigos hablando y que la mayoría de veces no disfrutamos por ir hablando entre nosotros o simplemente fijándonos en donde pone la huella nuestro compañero de turno.

Pero después de divagar un poco contaré algo sobre la ruta... una sorpresa desde cualquier punto de vista... Lástima no haberla realizado en pleno mes de mayo, con las hojas nacidas en sus respectivos árboles y en pleno deshielo para poder disfrutar aún más de la maravillosa cascada de Sotillo, además hay que indicar que a lo largo de la ruta hay continuos manantiales y pequeñas "cascaditas" que te comienzan a dar una pequeña idea de lo que te vas a encontrar al final del recorrido.

En definitiva, una ruta sencilla, apta para todos los públicos, que se realiza en un tiempo relativamente corto y que te permite disfrutar tanto de la naturaleza, como de los paisajes como de la vegetación. En definitiva, la comarca de Sanabria es un tesoro por descubrir.